Pero para cargar el celular no siempre
es necesario disponer de electricidad. A veces, basta con la luz del sol o con
el movimiento de tus propios pasos.
Te explicamos en qué consisten éstas y
otras opciones que te permiten llenar la batería de tus dispositivos
electrónicos sin dañar el medio ambiente (y
de forma más económica).
LUZ SOLAR
Hay cargadores que incorporan placas fotovoltaicas para capturar la energía de los
rayos del sol que pueden resultar muy útiles cuando estás en el campo o en
zonas remotas o cuando no dispones de electricidad.
También pueden servir para cargar la
batería de otros dispositivos electrónicos, como tabletas, cámaras fotográficas
digitales o iPods. Los hay de todos los colores y tamaños y cuentan con una
batería interna que almacena la energía solar durante el día.
Para transmitirla a tu teléfono, tan
sólo es necesario un USB de unos cinco voltios de potencia. Otras opciones para aprovechar los rayos del sol son algo menos
prácticas (aunque más originales).
Por ejemplo, existen distintos modelos
gorras con placas solares en la visera,
capaces de cargar un smartphone en cuatro horas. Algunas incluso
incorporan luces LED para iluminar tu camino por la noche.
MOVIMIENTO CORPORAL
También puedes convertir el movimiento
de tu propio cuerpo en energía para cargar la batería del celular. Existen
plantillas inteligentes para los zapatos que incorporan rotores y bobinas para transformar la fuerza de tus pisadas en energía, la cual
queda almacenada en unas baterías, y después se transfiere al celular vía USB.
Tal vez la que más titulares acaparó
en su día fue SolePower, que comenzó como un proyecto de financiación colectiva
en el sitio web Kickstarter y acabó ganando en 2014 el premio anual de
invenciones de la revista Popular Science.
Sus creadores, los ingenieros estadounidenses Matt Stanton y Hanna Alexander,
usaron un mecanismo similar al de las linternas de manivela para usar la
energía que generamos al caminar.
Pero no fueron los únicos. Investigadores
de la Universidad de Southampton, Reino Unido, desarrollaron un proyecto más
reciente, en 2016, que también usa energía cinética.
LA FUERZA DEL PEDALEO
Si eres de los que pedalean, tal vez
ya hayas oído hablar de esta opción. Se trata de los dispositivos que
convierten la fuerza del pedaleo en energía con la que puedes encender las luces de tu bicicleta o cargar tu teléfono móvil.
Juan Felipe Botero, un estudiante de
ingeniería electrónica de la Universidad Nacional de Colombia, creó un diseño
en 2015. "Funciona como un cargador convencional", aseguró a medios
locales.
Otros, como los de la empresa Siva
Cycle comenzaron como un proyecto de crowdfunding. La compañía asegura
que se instala y desmonta en un par de minutos y que el tiempo de carga completa es aproximadamente de dos horas. Pero
hay muchas más opciones disponibles en el mercado. De hecho, cada vez más.
CON UNA MANIVELA
Otra opción que puede ser práctica es
usar un cargador de manivela unida a un pequeño dinamo. Suelen tener un precio
bastante económico y pesan y ocupan poco
Además, proporcionan una excelente
forma de hacer ejercicio. Tal vez la
única desventaja es su lentitud o la incomodidad de tener que activarla
manualmente, pero son una excelente alternativa cuando lo demás falla. De
hecho, muchos lo llaman "cargador de emergencia" o "cargador de
viaje".
CARGADORES INALÁMBRICOS
Existen multitud de soportes de carga
inalámbrica en el mercado; los hay de todos los colores, tamaños y formas. Estos
aparatos usan un campo electromagnético para transferir energía a tu smartphone
y recargar la batería.
Llevan años tratando de despegar, sin
mucho éxito, tal vez porque su velocidad de carga es menor (hasta tres veces)
que la de los cargadores tradicionales, hay que comprarlos aparte y no existe un estándar universal.
No todos los fabricantes hacen sus
teléfonos compatibles con esta opción, aunque se pueden comprar adaptadores
para teléfonos iOS yt Android. Existen incluso carcasas que tienen incorporados
estos receptores de carga inalámbrica o inductiva con
tecnología Qi (estándar de electricidad por inducción), que son
unos cargadores del tamaño y forma de una tarjeta de crédito.
De hecho, hasta se pueden encontrar en muebles de Ikea, como lámparas y mesitas de noche.
Una solución práctica (aunque no muy
veloz). Pero, sin duda, ecológica.
Ver más: BBC
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