Allí, los estudiantes
pasan un año aprendiendo a programar, a desarrollar aplicaciones tecnológicas y
a impulsar start-ups (empresas tecnológicas incipientes).
Los cupos se otorgan
a través de un concurso en el que personas de cualquier nacionalidad pueden
participar. No hay que
pagar matrícula y los cursos se imparten en inglés.
En junio se realizará
una nueva ronda de exámenes en Múnich, París, Londres, Madrid, Roma y Nápoles.
Se reclutarán 400
estudiantes en el otoño boreal que tendrán entre 18 y 30 años y que
participarán en cursos organizados por la Universidad Federico II y la de
Nápoles, ambas ubicadas en la ciudad del mismo nombre.
Manos a la obra
La decisión de una
empresa como Apple de involucrarse de manera directa en la educación tiene que
ver con la filantropía y el propio interés.
En menos de una
década, el desarrollo de aplicaciones computarizadas se ha convertido en una
importante fuente de ganancias y trabajo.
Según Apple, su tienda digital ofrece dos millones
de aplicaciones. Y tan solo en Europa, ese rubro genera más de
un millón de puestos de trabajo.
Pero desde hace un
tiempo se ha registrado una brecha
entre la demanda de profesionales con la experticia digital
requerida para el desarrollo de aplicaciones y la preparación de quienes se
postulan a esos puestos de trabajo.
Eso quiere decir que
trabajadores sin la capacitación requerida no consiguen trabajo, y que los
empleadores no logran captar la mano de obra calificada que necesitan.
Así que Apple está
tomando las medidas necesarias para desarrollar
su propio talento.
Peligros
El ataque cibernético
que ocurrió a mediados de mayo y afectó a más de una centena de países -un
virus llamado ransomware que "secuestra" la información
almacenada en una computadora y exige el pago de un rescate- evidenció
nuevamente la falta de expertos en seguridad cibernética.
Se han realizado
numerosas advertencias acerca de esta situación. De hecho, el director de
seguridad de IBM, Marc Van Zadelhoff, sugirió la introducción de un cambio en el reclutamiento de
especialistas en programación digital.
Y es que IBM tiene
una red internacional de acuerdos universitarios para la realización de
proyectos acerca de ciberseguridad.
Pero en un artículo
que escribió para la publicación Harvard Business Review, de la
universidad estadounidense del mismo nombre, Van Zadelhoff señaló que para
resolver las limitaciones existentes es necesario entrenar a gente sin
experiencia en el campo tecnológico. "¿Por qué limitamos el perfil en los
puestos de trabajo especializados en seguridad cibernética a personas con
estudios de cuatro años en ciencia computarizada cuando necesitamos con urgencia variedad de
habilidades en tantas industrias?", se pregunta el
especialista.
Según Van Zadelhoff,
"los empleadores deberían considerar la postulación de personas que no
tengan experiencia tradicional en el campo de la ciberseguridad porque podrían
ofrecer nuevas perspectivas".
Otra arista
Pero la experticia
requerida en la economía moderna tiene una dimensión política de mayor alcance,
de acuerdo a un informe que anualmente realiza la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Uno de los aspectos a
los que se refiere el análisis realizado por la institución, publicado este
mes, es el impacto
polarizador que tiene la globalización. Es una de las críticas
de quienes se oponen al fenómeno, se identifiquen con una ideología de derecha
o de izquierda.
Según la OCDE el
hecho de que un país gane o pierda con la globalización depende del nivel de
experticia de su fuerza laboral en ciertas áreas.
Si una nación cuenta
con una sociedad calificada y preparada, se beneficiará de la globalización, aprovechando la
existencia de buenos trabajos, la mejora de la productividad y la ampliación de
mercados e industrias digitales.
El documento
identifica a Corea del Sur y a Polonia como ejemplos de países que están
avanzando en ese sentido. Y a Estonia, Japón y Nueva Zelanda como países que,
con éxito, están aprovechando la expansión del sector tecnológico.
Mano de obra
Entre las economías
más importantes del mundo, de acuerdo al informe de la OCDE, Alemania es una
nación más efectiva que Estados Unidos en el desarrollo de habilidades
profesionales.
Sin embargo, para
muchos es preocupante que en países que son parte de la institución haya 200 millones de personas casi
analfabetas y con pocas habilidades numéricas, lo que las hace
vulnerables a las fuerzas de la globalización.
Son individuos con la
capacidad de lectura que tiene un niño de 10 años y cuya posibilidad
de encontrar un puesto de trabajo está seriamente amenazada por la
tercerización de actividades en otros países y la tecnología.
La OCDE considera que
Grecia es un país que no ha logrado responder al reto de adaptarse a la
economía moderna.
Y advierte que el
Reino Unido, Australia, Irlanda y EE.UU. tienen que estar pendientes de esta
situación porque las habilidades que tiene su fuerza de trabajo no están bien
alineadas con las necesidades de industrias impulsadas por la tecnología
Riesgos
Proyectos como el de
la academia de Apple están orientados
a escoger a los mejores, pero la OCDE señala que es peligroso
ignorar la realidad de quienes no pertenecen a ese grupo.
Andreas Schleicher,
el director de educación de la OCDE, dice que hay una imperativa necesidad
desde el punto de vista social y económico de entrenar a la población si se
quiere evitar la
división social que podría causar la globalización.
"Que no se
espere que los trabajadores acepten perder su trabajo debido a la tercerización
o la automatización si no se sienten preparados para obtener o crear nuevos
puestos", advierte Schleicher.
Ver más: BBC