5G, la nueva
generación de redes de comunicaciones de banda ancha móvil, continúa en
desarrollo para una disponibilidad prevista a finales de esta década, dando
solución a la explosión de la demanda de comunicaciones, servicios y
aplicaciones móviles que se esperan.
En la era de la
movilidad, la conectividad es
una característica fundamental para usuarios y profesionales. Si para trabajos
en escritorios la conectividad está resuelta con las redes cableadas Ethernet,
las tecnologías inalámbricas de comunicaciones que están en el mercado y las
que se están desarrollando, garantizan la capacidad, rendimiento y seguridad de
una conexión permanente a Internet.
5G tiene como pieza
central unas redes potentes y flexibles que
conectarán todo a todo y todas las cosas a todo el mundo, haciendo
posible una nueva
generación de experiencias en todos los
sectores, incluyendo la conducción autónoma, las ciudades inteligentes, el
Internet de las Cosas, la era de las máquinas, wearables y por supuesto en la
informática móvil.
Del 1G al 5G
Hubiera sido
imposible la popularización de los teléfonos móviles sin la estandarización, mejora y evolución de
los protocolos para redes de
comunicaciones y su soporte por las operadoras. Así, tras
las primeras comunicaciones vía ondas de radio con banda de frecuencias por
debajo de los 600 kHz, las posteriores en AM y FM, los servicios de Bell y
Ericsson en los años 50 y 60, llegó esa primera llamada de 1973 que popularizó
todo el sector.
Aunque la primera
llamada se realizó ese 3 de abril de 1973, no fue hasta 1979 cuando
Japón se convirtió en el primer país en contar con servicio de telefonía
celular, mientras que a Europa llegó en los países escandinavos en 1981 y
Estados Unidos habilitó el servicio comercial en 1983 con una red de AT&T
que precisamente diseñó el receptor de la primera llamada y rival de Cooper,
Joel Engel.
La primera generación 1G fue
responsabilidad de Ericcson con el sistema NMT y seguía utilizando canales
analógicos. En 1986, la compañía modernizó el sistema funcionando a frecuencias
superiores de 900 MHz posibilitando servicio para un mayor número de usuarios.
Además del NMT, en los 80 se desarrollaron otros sistemas de telefonía móvil
AMPS y TACS, utilizado en España con el nombre comercial de MoviLine.
La segunda generación 2G llegó
en la década de los 90 con sistemas como GSM, IS-136, iDEN e IS-95. GSm fue el desarrollo más
relevante ya que fue el estándar europeo de telefonía móvil digital. En el
proyecto participaron 26 compañías europeas de telecomunicaciones y en 1992 se
pusieron en marcha las primeras redes europeas de GSM-900 y los primeros
teléfonos móviles GSM. Además de en Europa, GSM ha terminado imponiéndose
también en Asia, América Latina, Oceanía y una parte de América del Norte. Se
calcula en 3.000 millones de usuarios.
La necesidad de
mayores velocidades de transmisión de datos y mayores capacidades que
permitieran nuevos servicios dio paso a la tercera generación 3G, no sin antes pasar por el 2.5G que
proporcionó el GPRS. El estándar europeo es el UMTS basado en la tecnología
W-CDMA y está gestionado por la organización 3GPP, también responsable de GSM,
GPRS y EDGE.
La cuarta generación o 4G sucede
a las tecnologías 2G y 3G y ofrece, entre otras mejoras, mayor seguridad y
calidad de servicio (QoS), junto a velocidades de acceso muy superiores a las
anteriores mayores 100 Mbit/s en movimiento y 1 Gbit/s en reposo. Está basada
completamente en el protocolo IP, siendo un sistema de sistemas y una red de
redes, que se alcanza gracias a la convergencia entre las redes de cables e
inalámbricas. La norma LTE es la más extendida aunque no la única existente.
Ventajas 5G
Sucesora del actual
4G, el principal avance de la quinta generación de esta tecnología móvil será
un espectacular
aumento de rendimiento con velocidades teóricas de
transferencia de datos en bajada de 10 Gbps. Una gran mejora frente a
los 75 Mbps del actual 4G-LTE y un rendimiento que pulverizaría el de las
redes Wi-Fi e incluso superaría a muchas redes cableadas actuales.
También será notable
la mejora de la
latencia. 5G estará construido para manejar
todos los tipos de tráfico con latencia extremadamente baja, ideal para
alimentar tecnologías portátiles, coches inteligentes o dispositivos domésticos
que llegarán bajo la Internet de las Cosas. Se espera que la latencia
de extremo a extremo caiga por debajo de 1 milisegundo permitiendo nuevas
tecnologías y aplicaciones que simplemente no son posibles con el 4G actual.
Las redes potentes y
ágiles también pueden encaminar el tráfico de red de manera inteligente para
dar prioridad a
dispositivos críticos para seguridad, como los coches de
conducción autónoma y dispositivos médicos vestibles. En zonas geográficas en
donde la infraestructura conectada no es tan rápida o fiable como se necesita,
la tecnología 5G también ofrece un mundo de posibilidades no disponibles en la
actualidad.
Disponibilidad 5G
Las grandes compañías
del sector llevan tiempo creando redes de prueba y prototipos capaces de
soportar redes 5G. La compañía sueca Ericsson consiguió alcanzar el pasado
año velocidades de 5
Gbps reales utilizando el estándar previo a la definición
del protocolo 5G. Huawei y NTT Docomo han alcanzado velocidades pico de 3.6
Gbps, muy por encima de lo que se alcanza con 4G y 36 veces mayor que las
conexiones de 100 MBps que se ofrecen por fibra óptica. Otra de las grandes,
Samsung, ha probado con éxito tecnologías 5G con velocidades de 1 Gbps.
Project Skybender es
el nombre de una de las nuevas aventuras tecnológicas de Google, con la que el
gigante de Mountain View pretende ofrecer conexiones a Internet 5G utilizando drones que
se alimentan de energía solar, fabricados por la firma Titan Aerospace.
Por su parte, Intel anunció el primer módem 5G global de
la industria. Un chip que permitirá a las empresas de todo el mundo desarrollar e implementar soluciones
5G de manera precoz, acelerando el desarrollo de dispositivos
con capacidad 5G.
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